Según una leyenda argentina, la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, da muchos y muy buenos artistas. Sobre todo músicos. Con un sonido muy propio, son casi una marca registrada. La lista sería enorme. Me han gustado muchos de ellos, y algunos dejaron de hacerlo hace un tiempo ya. Fue una banda de aquellos pagos rosarinos, Los Gatos, la que con su éxito “La Balsa” y aquel estribillo: “… construiré una balsa y me iré a naufragar…” despertó el Rock & Roll argentino. Haciendo el programa de radio de Café Literario, conocí a mi paisano Bonacorso. Bruno llegó a Spain con su viola al hombro y, luego de años de actuar en La Tertulia de Granada, se instaló en la ciudad de los gatos: Madrid.
Este simpatizante por elección del Rosario Central, igual que el gran Fontanarrosa, viene a cantarnos y decirnos que su música no es para reírse.
Salud y saludos.
Marcelo López-Conde A.