
By Nacho González
Pablo, este pequeño artista, de ojos expresivos y largas pestañas, nació en Madrid, un 23 de Julio de 2003, Leo por un día. Independiente, idealista, vitalistay sobre todo con muchas ganas de jugar, dibujar y descubrir todo lo interesante de esta excitante y sorprendente vida
Salir en bicicleta a recorrer con sus hermanos y sus perros, los senderos del campo cercano a su casa, era toda una aventura. Le gustaba tanto, que daba igual la hora que fuera y si era de noche o de día, cualquier momento era bueno para sentir el viento, el frío, el calor o la lluvia sobre su preciosa carita. Los tres hermanos eran ágiles y deportistas, el fútbol les mantenía en forma y hacía que siempre hubiera más de un niño en los juegos, en esta familia era raro encontrar a alguien solitario, excepto a Pablo cuando decidía dibujar, y no siempre, porque a veces compartir sus preciosas acuarelas le producía tanta alegría que convocaba a su familia para que le ayudaran a decidir de qué color iban a ser los pantalones del protagonista o cuantas nubes ponía en el cielo. Cuando acababan estas acuarelas colectivas las bautizaban siempre “Pablo y Familia”.
Las dudas de Pablo eran muchas y variadas cuando llegaba el momento de ponerse a dibujar, para él era muy fácil copiar, su destreza era innata, pero lo que más le gustaba era hacer sus propias composiciones. Situar las escenas en un lugar u otro, era a veces lo más complicado. Madrid, su querida ciudad, que tanto le gustaba y tantas ideas le daba, era muchas veces la elegida para colocar a sus personajes y darles la vida y la intención en su actitud que con detenimiento su cabecita pensaba.
Cuando mamá le contaba a veces algunas historias sobre sus amigos y sus salidas, antes de que él y sus hermanos hubieran nacido, le costaba mucho imaginarlas, no se la imaginaba sin ellos, para él mamá, ya había nacido mamá. Era difícil pensar que mamá hubiera sido una niña y le hubiera gustado dibujar como a él, porque de ella le venían sus dotes de Artista, ella, no solo dibujaba bien, sino que además, como ya sabemos cantaba con bastante entonación y era una aspirante a bailarina desde muy pequeña. Ella entendía muy bien la afición de su hijo por la pintura y siempre facilitaba que pudiera hacerlo con espontaneidad y total libertad.Las fotos de Isabel, madre de Pablo en su juventud, eran para Pablo siempre imágenes divertidas, curiosas, a veces se entretenía tanto en mirarlas que hasta sus hermanos le llamaban la atención y le llamaban, pesado. A él no le importaba, sabía que así podría ir aclarando su gran duda ¿de verdad mamá tuvo una vida tan divertida e interesante como ella y los abuelos contaban? ¿de verdad Madrid, es la ciudad desde la que llega al cielo?
Continuará…